¿DÓNDE ESTABA DIOS, CUANDO LAS
TORRES GEMELAS EN NUEVA YORK, Y
EL PENTÁGONO, FUERON ATACADOS?
Muchos de nosotros han escuchado esta pregunta:
¿Dónde estaba Dios, cuando las Torres Gemelas en Nueva York, y el
Pentágono, fueron atacados?
Bueno, quiero decirles que yo sé dónde estaba Dios la mañana del 11 de septiembre del 2001. Él, nuestro Dios, estaba muy ocupado. Dios
estaba distrayendo a las personas que pensaban tomar esos vuelos de
las aerolíneas American y United. Los cuatro aviones juntos tenían
capacidad para 1000 pasajeros, y esa mañana sólo viajaban 266.
... Dios estaba a bordo de los cuatro aviones, volando a un trágico destino. Él estaba dando calma a los aterrorizados pasajeros en cada
avión. Ninguna de las familias que recibieron las últimas llamadas de sus
seres queridos, desde los aviones, a través de sus teléfonos celulares,
ha dicho que escucharon gritos de los pasajeros dentro del avión. Dios
estaba con cada uno de ellos, dándoles consuelo.
Es más, Dios estaba dándole fuerza y valor a tres pasajeros del avión
que cayó en Pennsylvania, para que lucharan contra los secuestradores
y así se pudo evitar una tragedia mayor.
... Dios estaba muy ocupado, creando obstáculos para miles de
empleados de las Torres Gemelas. Después de todo, sólo 20,000
personas estaban en las torres cuando el primer avión se estrelló. En los
dos edificios juntos trabajaban cerca de 50,000 personas.
Mucha gente que trabajaba en las torres declaró a la prensa que ese
martes negro, se les reventó una llanta del auto, sus despertadores no
sonaron, perdieron el autobús, perdieron el tren, etc., etc... y llegaron
tarde al trabajo... ¡y se salvaron!
... Después de que los dos aviones cumplieron su macabro objetivo,
Dios estaba sosteniendo, con sus dos manos, las torres de 110 pisos
cada una, para que miles de personas tuvieran tiempo de escapar. Y
cuando finalmente, ya no pudo con el tremendo peso de las paredes de cemento y vigas de acero, las torres colapsaron, y colapsaron hacia
abajo y no a los costados.
Esto también fue un milagro, porque si las torres hubieran caído de
costado, habrían arrasado con más de 20 cuadras a la redonda y miles
más hubieran muerto.
... Y cuando las torres se derrumbaron... Dios abrió los brazos y recogió a 6,000 de sus hijos y los llevó con Él al cielo, repitiéndoles una y mil
veces, hasta el cansancio, que "lo peor ya pasó; Ahora están conmigo,
no sufran, porque a mi lado gozarán de vida eterna".
Una vez que Dios llegó a las puertas del cielo, allí depositó las 6,000
almas que recogió y luego caminó y se sentó sobre una piedra; se cubrió
la cara con las manos y lloró... Sí, Dios lloró... lloró por el alma de 19 de
sus hijos que no pudo salvar y que se perdieron para siempre en el
infierno, por haber vivido con tanto odio en sus corazones.
Y esto no fue todo... Dios bajó de nuevo a la tierra para dar consuelo y
resignación a cada una de las viudas que perdieron a sus esposos, a los
esposos que perdieron a sus esposas, a los hijos que perdieron a sus
padres y a los padres que perdieron a sus hijos, y se quedo en la casa
de cada una de las personas que fueron afectadas por esta tragedia,
brindándoles fuerza y valor para seguir adelante con sus vidas.
Y mi Dios seguirá siempre con todos nosotros. Él es la fuerza, el motor, el pilar de nuestras vidas; Él nunca nos abandona en los momentos
difíciles.
Así que, si alguien te pregunta "¿...y dónde estaba Dios el 11 de
septiembre del 2001?", diles con mucho orgullo y certeza que... DIOS
ESTABA POR TODOS LADOS.
A pesar de todos los daños y de la magnitud de esta tragedia, yo veo el
milagro de Dios en cada parte de ella. Si este mensaje te llegó al
corazón, y si estás de acuerdo con él, compártelo con un amigo o con
alguien que se esté preguntando ¿... y dónde estaba Dios el 11 de
septiembre?...
¡¡¡Que Dios te bendiga!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario